El 46% de las víctimas mortales de 2010 no utilizaba ningún sistema de retención.
La fiscalía impulsará un protocolo para investigar “en profundidad”, los accidentes de tráfico en el que un menor resulte muerto o herido grave para determinar la responsabilidad de los padres, según ha anunciado hoy el fiscal jefe de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas.
“Si en el accidente fallece o resulta herido grave un niño que no
llevaba el sistema de retención adecuado y el informe pericial demuestra
que de haberlo llevado se hubiera evitado, el fiscal podrá imputar a
los padres ocupantes del vehículo [no solo al conductor] un delito de
homicidio o de lesiones graves por imprudencia”, castigados con hasta
cuatro años de prisión, ha señalado Vargas. En el caso de que el
siniestro se haya producido por un exceso de alcohol o velocidad, no
usar el sistema de retención podrá suponer un agravante.
La Fiscalía de
Seguridad Vial basará su protocolo en las conclusiones del estudio que
ha presentado hoy, realizado por el perito investigador Jesús Monclús,
que analiza las causas de la muerte de 68 niños en 67 accidentes de
tráfico entre 2008 y 2010. “Un total de 39 muertes se podrían haber
evitado si los menores hubieran llevado sistema de retención”, ha
señalado Vargas.
Según los datos
de la Dirección General de Tráfico, en 2009 murieron 60 niños en
accidentes y 549 sufrieron heridas graves. En 2010, el último año con
datos consolidados, la cifra de fallecidos se elevó a 79, mientras que
los casos de lesiones graves se redujeron a 489. El 46% de las víctimas
mortales no utilizaba ningún sistema de retención, y del porcentaje que
sí lo usaba, solo el 18% lo hacía de modo correcto. La fiscalía estima, de acuerdo con los datos de su estudio, que si todos los niños hubieran llevado una silla adecuada para su edad y estatura, se habría evitado el 51% de las muertes.
Vargas ha llamado la atención sobre el hecho de que “la mayor parte de niños” que pierden
la vida entre uno y dos años por no usar un sistema de retención mueren
aplastados por sus madres, que los llevan en brazos. Además, entre los niños fallecidos “casi ninguno” viajaba en el asiento central trasero, “el más seguro”, según señalan los investigadores.
En cuanto a las
causas de los accidentes con menores muertos que viajaban en un
vehículo, el 45% obedece a un exceso de velocidad, el 9% al consumo de
alcohol y el 35% a la falta de pericia de los conductores. Los
atropellos de niños suponen un 15% del total, mientras que el de
ciclistas menores representa un 7%. En este último caso, ninguno de los
menores fallecidos usaba casco.